Sin importar que tan seguro nos sintamos de nuestras ideas de inversión, no podemos descartar que podemos estar equivocados; la forma de reducir el riesgo a grandes pérdidas es diversificar adecuadamente, especialmente en activos que no estén relacionados entre sí. De hecho, una buena diversificación mejora significativamente la relación Riesgo/Retorno, protegiendo nuestro patrimonio y maximizando los beneficios.
Numerosos expertos académicos y los eventos históricos sostienen que los rendimientos sostenidos a largo plazo son resultado de un conjunto equilibrado de buenas inversiones y no apostar todo a una única gran idea.
Una estrategia fundamentada en apostar por un ganador, puede generar ciertos beneficios a corto plazo, no obstante, su tendencia tenderá a ser negativa. Tal y como se evidencia en el gráfico subsiguiente que proyecta la trayectoria de $10.000 con alternancias entre ganancias del +50% seguidas de pérdidas del -50%.