Durante el año los principales índices han cotizado a la baja, al momento de escribir estas líneas el S&P500 ha descendido -12,40% YTD. Es un año inflacionario al cual se le sumó la guerra en Ucrania, problemas de suministro propiciados por COVID y otros elementos que han complicado el panorama económico. Aun así, nuestra correlación con la caída ha sido leve; lo que nos ha permitido tomar oportunidades.
Algunos sectores y empresas se han visto más afectados, como es el caso del sector tecnológico (NASDAQ -20,16% YTD), en donde hemos realizado compras tímidas pero progresivas, Netflix y PayPal son parte ahora de nuestra cesta de acciones; en otras hemos incrementado nuestra participación como Amazon, Facebook o Alphabet. Dichas empresas cotizan hasta -67% en lo que va de año.
También hemos podido incrementar nuestra participación en compañías como: Fedex, The Walt Disney Co, Comcast, Verizon, Alibaba, JP Morgan Chase, entre otras.
Los precios actuales tienen un mejor ratio en relaciona a los beneficios y dividendos adquiridos.
A pesar de las mencionadas compras, hemos incrementado significativamente la posición de efectivo, varias de las empresas en donde tenemos participación han fungido de refugio ante la coyuntura, lo que nos ha permitido rotar el capital. Nuestra participación en el sector petróleo, consumo defensivo entre otros se han visto beneficiadas.
El panorama actual luce complicado, mucha es la incertidumbre. Una cesta diversificada de compañías de calidad y en diferentes mercados; mantener posiciones de efectivo brindaría mayor margen de seguridad ante los escenarios más pesimistas y a su vez permitirnos tener participación en el crecimiento de mediano y largo plazo.