Después de que se anunciara el canje de bonos entre Venezuela y PDVSA en la negociación de Refidomsa, ha habido inquietud entre los tenedores. En este intercambio, PDVSA vendió su participación del 49% en Refidomsa y aceptó como pago una combinación de bonos tanto venezolanos como propios a un precio del 24%. Este acuerdo podría interpretarse como el gobierno mostrando interés en saldar su deuda, además destaca la cotización utilizada en esta transacción (24%), considerando que actualmente los precios referenciales son del 4.5% para PDVSA y del 8.75% para Venezuela.
Existen especulaciones de que Venezuela planea continuar participando en estas operaciones, incluso a nivel nacional, donde pretende vender empresas y canjearlas por su deuda: las compañías nacionalizadas formarían parte de la propuesta. El país ha estado tratando de atraer inversionistas extranjeros y una de sus iniciativas destacadas es el Centro Internacional de Inversión Productiva (CIIP).
En la actualidad, estos bonos están sujetos a sanciones en los Estados Unidos, lo cual impide su capacidad de ser transaccionados y dificulta cualquier intento de reestructurar la deuda. A pesar de esto, se estima que se han llevado a cabo transacciones por miles de millones de dólares y han logrado encontrar compradores provenientes de fondos especializados ubicados en Europa, el Medio Oriente y Latinoamérica; regiones donde sí es posible negociar dichos bonos.
Cabe destacar que otras dudas surgen sobre estos papeles, como sus prescripciones legales.
Sin embargo, uno de estos fondos expresó su visión positiva hacia los «Bonos de Venezuela y PDVSA» a estos precios. En ocasiones, un activo con alto riesgo puede resultar atractivo cuando se encuentra a un precio muy bajo, pero la incertidumbre es considerable. Para que estos bonos salgan del estado crítico en el que se encuentran actualmente, será necesario llevar a cabo una reestructuración de la deuda; sin embargo, debido a las sanciones impuestas, esto parece poco probable y solo podría lograrse mediante un acuerdo o cambio político fundamental. Desde esta perspectiva, algunos miembros de la comunidad inversora interpretan relativamente optimistas los resultados de las elecciones regionales: ¿Cómo fue posible para la oposición obtener números similares al gobierno en términos electorales pese a haber participado dividida y encontrarse en desventaja? ¿Cuáles serían las posibilidades para las próximas elecciones presidenciales si actúan como frente único y conectan eficazmente con sus votantes?.
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