En la actualidad la economía global navega en un mar de incertidumbre: Alta inflación, dificultades en el mercado laboral, fallas en la cadena de suministros, disminución de estímulos a la economía, alza del precio del petróleo y más. Aun así la cotización de los principales índices y sus ratios se pasean por sus máximos históricos.
Mayor certidumbre suele ser asociada con menores perspectivas de rendimiento y cuando se presenta la incertidumbre es premiada con mayores perspectivas de rendimiento para los inversores.
Al aplicar la Navaja de Ockham propuesta por John Bogle al Standard & Poor’s 500 se estima un rendimiento a largo plazo de solo 5,20% versus su histórico para las últimas décadas de alrededor del 10%.
El ratio P/E, que indica en cuántas veces los beneficios cotizan las acciones, está en 24,6 (22,4% sobre su media para las últimas 3 décadas). Aunque las empresas que componen al Standard & Poor’s 500 han logrado crecer a un muy buen ritmo, deberán mantener la tasa de crecimiento de sus beneficios para justificar las cotizaciones actuales.
Continúo observando un grupo de empresas muy sobrevaloradas que suben la media de los principales índices en EUA y sus ratios, promoviendo una burbuja selectiva. Por lo que mantener una asignación de los recursos en empresas de valor que coticen dentro de rangos razonables, ofrecen un mayor margen de seguridad y es una estrategia que puede permitir continuar logrando rendimientos a mediano y largo plazo.